Ser un luchador de WWE es tener una vida caótica. Desde muy temprano tienes que ir al gimnasio, luego la alimentación es muy estricta. Dentro del evento debes pelear con los mejores para sobresalir con el objetivo de conseguir un título y ganarte millones de fanáticos.
Sin embargo, la estresada vida que tienen las Superestrellas de WWE tiene una recompensa: el dinero anual que se disfruta día a día. Todos los luchadores de la empresa sólo reciben un día libre a la semana, ya que la mayoría de su tiempo viven empacando maletas para dirigirse a hoteles para sus giras.
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