FRASE:
UN HOMBRE MUJERIEGO NO CAMBIA ASÍ TENGA A LA MUJER QUE AMA A SU LADO
UN HOMBRE MUJERIEGO NO CAMBIA ASÍ TENGA A LA MUJER QUE AMA A SU LADO
¿CIERTO O FALSO?
Todos podemos cambiar. Pero cambiar requiere esfuerzo. Hay que estar dispuesto a mirar en el espejo y ver nuestra pura realidad. El hombre mujeriego puede cambiar, pero raras veces lo hace. Y cuando deja de actuar como mujeriego por lo regular no cambia su narcisismo. Tiende a hacer cambios superficiales y continua siendo mala pareja, aunque fiel. Debido a ésto no puedo recomendarle a ninguna dama que espere que su hombre mujeriego cambie. No es asunto de esperar que la tormenta pase. Es sobre el vivir en un lugar donde siempre es tormentoso. La tormenta nunca va a pasar.
El hombre mujeriego cambia cuando deja de ver a las mujeres como objetos para su satisfacción personal. Se pone en los zapatos de ella para entender lo que sienten. Para él esto es un gran salto. Necesitan dejar de ser egoístas en sus relaciones y desarrollar empatía genuina. Esto es un gran cambio en el paradigma personal de ese hombre. Es como la persona que deja la droga y tiene que cambiar no sólo su estilo de vida pero también cambiar la gente que le rodea, sus influencias y la manera en que ve las cosas.
El hombre mujeriego que se quiere reformar no puede hacer cambios superficiales en su comportamiento. Eso nunca funciona. Tiene que hacer cambios profundos en su personalidad misma. En una forma, tiene que dejar de ser quien es y pasar por una metamorfosis personal donde transforma sus puntos de vista, sus actitudes y las raíces de sus sentimientos. Tiene que convertirse en un hombre ilustrado.
Y esa es la razón por la cual la gran mayoría de los hombres mujeriegos nunca cambian. Y muchos de ellos aún si lo intentan jamás podrán cambiar. El mujeriego típico es una persona llana. El cambio personal para dejar de ser mujeriego es uno profundo y ese hombre tiene que abandonar el hedonismo físico y emocional que le daba su vida de satisfacción unilateral. En fin, tiene que crecer y superar grandes retos los cuales van a cambiar la gratificación inmediata por la satisfacción personal profunda que proveen las relaciones verdaderas que ha evitado tener durante toda una vida. Es difícil ser optimista cuando el mujeriego te dice (una vez más) que "quiero cambiar". Porque ésto no es un caso de querer, es un caso de hacer. No es un caso de intentar, es un caso de lograr.
Pero eso no quiere decir que no se puede. Si un hombre mujeriego quiere cambiar de forma genuina lo primero que debe hacer es admitir que es el único responsable de sus acciones. El echarle la culpa a otras personas de sus actos debe parar. Asumir responsabilidad de sus acciones y no reincidir es vital si realmente va a cambiar.
Lo próximo es envolverse en alguna actividad donde adquiera más introspección de su persona. Y debe usar esa nueva introspección para nutrir, no para herir, pues muchos mujeriegos usan su nuevo conocimiento para herir de formas más profundas. El psicoanálisis o alguna filosofía meditativa como budismo le puede ayudar a encontrar su nuevo camino. Y por supuesto tiene que parar de hacerle daño a las personas que él dice que ama. Sólo de esa forma podrá realmente cambiar.
Y teniendo todo esto en cuenta, ¿qué le digo a las mujeres?... sálvate y considerarlo un caso perdido.
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