[A pesar de que la palabra talento en esta historia hace referencia a una moneda que representa una gran suma de dinero, nada impide que extendamos su significado a cualquier otra esfera de la vida. Es interesante leer la historia utilizando el significado actual de la palabra talento (aptitud; capacidad para el desempeño o ejercicio de una ocupación), el cual, de hecho, proviene de esta misma historia].
La historia dice asi:
Porque el reino de los cielos será semejante a un hombre que al emprender un viaje largo, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, a otro dos, y a otro, uno. A cada uno dio conforme a su capacidad y se fue lejos. Inmediatamente, el que había recibido cinco talentos se fue, negoció con ellos y ganó otros cinco talentos. De la misma manera, el que había recibido dos ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.
Después de mucho tiempo, volvió el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos. Cuando se presentó el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos y dijo: “Señor, me entregaste cinco talentos; he aquí he ganado otros cinco talentos”.
Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor”.
Y cuando se presentó el que había recibido dos talentos, dijo: “Señor, me entregaste dos talentos; he aquí he ganado otros dos talentos”.
Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor”.
Pero cuando se presentó el que había recibido un talento, dijo: “Señor, yo sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Y como tuve miedo, fui y escondí tu talento en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo”.
Su señor respondió y le dijo: “¡Siervo malo y perezoso! ¿Sabías que cosecho donde no he sembrado y que recojo donde no he esparcido? Por lo tanto, debías haber puesto mi dinero en depósito con los banqueros, y al venir yo, habría recibido lo que es mío con intereses”.
“Por tanto, quitadle el talento y dadlo al que tiene diez talentos. Porque a todo el que tiene le será dado, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Al siervo inútil echadlo a las tinieblas de afuera, donde habrá llanto y crujir de dientes”.
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