Las uñas y el pelo después de muerto

¿Por qué a los muertos les sigue creciendo el pelo y las uñas?

Hay quienes argumentan que, después de la muerte, las células del folículo piloso y de la base de la uña siguen estando en condiciones de fabricar pelo y uña respectivamente, sin embargo es imposible que estás células continúen vivas mucho tiempo después de morir (necesitan nutrientes y oxígeno, cuyo aporte deja de llegar al morir el organismo), no digamos ya en condiciones de sintetizar queratina. Por ejemplo, las uñas crecen de media unos cuatro milímetros al mes; suponiendo que las células de la raiz de la uña continúen vivas hasta 3 días después del fallecimiento, éste sería insignificante e inapreciable al ojo humano.

Entonces, ¿cual es la causa de este "crecimiento"?:

Empecemos por el pelo. Los pelos se encuentran incrustados en la piel (dermis y epidermis); al producirse el fallecimiento, comienza un proceso de deshidratación en nuestro organismo, a partir del cual los tejidos pierden agua (recordemos que un 70% de la masa de los tejidos es agua), encogiéndose y retrayéndose en gran medida. Al encogerse la piel, sale a la vista la base del pelo que originariamente estaba incrustada en la piel. Por eso, aunque se rasure a los fallecidos, saldrá hacia afuera parte del pelo a los pocos días.

En el caso de la uña pasa una cosa parecida: los tejidos de la punta de los dedos se encojen (alrededor del 60-70% de su volumen) creando una falsa sensación de que la uña ha crecido.

En resumen, las uñas y el pelo no crecen después de la muerte, ¡Es el resto lo que ha encogido!

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