1. Antes de la invención del papel higiénico se utilizaban materiales
diversos: lechuga, trapos, pieles, césped, hojas de coco o de maíz. Los
antiguos griegos se aseaban con trozos de arcilla y piedras, mientras que los romanos se servían de
esponjas amarradas a un palo y empapadas en agua salada. Por su parte, los
inuit optaban por musgo en verano y por nieve en invierno, y para las gentes de
zonas costeras la solución procedía de las conchas marinas y las algas.
2. Los primeros en crear y usar papel higiénico fueron los chinos, quienes
en el siglo II A.d.C. ya diseñaron un papel cuyo uso principal era el aseo
íntimo. Varios siglos más tarde (allá por el siglo XVI), las hojas chinas de
papel destacaban por su gran tamaño (medio metro de ancho por 90 centímetros de
alto). Sin duda, estas hojas estaban en consonancia con la posición jerárquica
de sus usuarios: los propios emperadores y sus cortesanos.
3. En higiene personal las clases sociales estaban bien
delimitadas. Los antiguos romanos de las clases pudientes utilizaban lana bien
empapada en agua de rosas, mientras que la realeza francesa utilizaba nada
menos que encaje y sedas. La hoja de cáñamo era el más internacional de los
materiales utilizados por los ricos y poderosos.
4. Joseph C. Gayetty fue el primero en comercializar el
papel higiénico allá por 1857. El producto primigenio consistía en láminas de
papel humedecido con aloe, denominado “papel medicinal de Gayetty’, un
auténtico lujo para los más hedonistas. El nuevo producto, de precio
prohibitivo, se comercializaba bajo un visionario eslogan: “la mayor necesidad
de nuestra era, el papel medicinal de Gayetty para el baño’.
5. En 1880 los hermanos Edward y Clarence Scott comienzan a
comercializar el papel enrollado que hoy conocemos. Una presentación en
sociedad llena de obstáculos dados los muchos tabúes que rodeaban al nuevo
producto. Por la época se consideraba inmoral y pernicioso que el papel
estuviera expuesto en las tiendas a la vista del público en general.
6. Pero el papel de los orígenes no era el producto suave y
absorbente de nuestros días. En 1935 se lanza un papel higiénico mejorado bajo
el reclamo de “papel libre de astillas’. Esto nos hace deducir que lo habitual
de la época era que el papel higiénico contara con alguna que otra impureza.
7. La importancia del papel higiénico en nuestros días es
incuestionable, incluso el Gobierno de
los Estados Unidos lo reconoció en 1944. El motivo de dicho reconocimiento fue:
“su heroico esfuerzo en el suministro a los soldados durante la II Guerra
Mundial’.
8. Dicha importancia llegó a ser estratégica en la Operación
Tormenta del Desierto de la Guerra del Golfo y el papel higiénico usado
militarmente. El verde de los tanques estadounidenses contrastaba demasiado con
las blancas arenas del desierto y no se contaba con el tiempo necesario para
pintar los vehículos. Se optó por envolver los tanques en papel higiénico como
técnica de camuflaje de última hora.
9. De ser un producto denostado y vendido discretamente en
la trastienda, el papel higiénico se ha convertido en el protagonista de
pasarelas de moda, obras de arte y delicados trabajos de papiroflexia. Artistas
plásticos de renombre como Christo, Anastassia Elías o Yuken Teruya han
utilizado papel higiénico como material para sus trabajos. En el terreno de la
moda, es célebre el certamen Cheap Chic Weddings Toilet Paper Wedding Dress
Contest, que cada año reúne en Estados Unidos a las más originales propuestas
de vestidos nupciales confeccionados con papel higiénico.
10. El papel higiénico tal cual lo conocemos hoy en día ha
experimentado un gran desarrollo a lo largo de los cerca de 140 años que han
transcurrido desde su invención. A la doble capa del papel (incorporada en
1942) se suman tecnologías punteras que tratan de mejorar la suavidad. La
última innovación del producto supone incorporar lociónes de karité, un fruto
natural con reconocidas propiedades cosméticas.
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